Grandes Amigos, Terribles Enemigos (en películas y series). D(A)MIGO-A(N)MIGO

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Se terminó una de las mejores series de los últimos tiempos. Breaking Bad se convirtió en un gran desafío tanto para los realizadores como para los espectadores, al mostrar las motivaciones y decisiones de un personaje que paulatinamente se va convirtiendo en un poderoso criminal. En este posteo, queremos recatar uno de los aspectos más jugosos de la serie a nuestro criterio: la relación entre Walter y Hank. A partir de ella, comprendida como una verdadera mutación desde la amistad a la enemistad, presentamos algunas películas que cuentan con el mismo recurso de construir antagonistas a partir de viejos y queridos amigos. Generalmente vemos enemigos que superan sus diferencias y se vuelven compañeros, por eso nos parece importante reivindicar el fascinante paso inverso, ya que implica una serie de cuestiones y sentimientos –decepción, traición, enojo, tristeza, venganza, obsesión- que son muy atractivos de ver en una pantalla (o en cualquier otro medio). Juzguen ustedes, a partir de las películas seleccionadas, si no es así. Para nosotros, el odio y el rencor entre dos personas que eran amigas es mucho más intenso, casi cáustico, tanto para los protagonistas como para los espectadores. Algo esencial para hacer una historia memorable.

  • Walter-Hank

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Gran historia la de estos dos amigos. Vimos durante seis años su relación de amistad y camaradería, sabiendo con pesar que en cualquier momento todo se vendría abajo. Hablaremos poco, ya que no queremos caer en spoilers acá. Sólo tenemos para decir que el vínculo formado por estos dos personajes, destinado a un trágico desenlace desde el primer capítulo de la serie, inspiró este posteo. Si nos fijamos, Walter engaña a su esposa, a su hijo, a sus compañeros, pero el engaño a un buen amigo implica connotaciones más profundas. También la serie juega con otras cosas respecto a esta relación: Hank se obsesiona con atrapar a ese narcotraficante anónimo que es su cuñado, Walter dedica gran parte de su tiempo a engañar a Hank, pero para que éste no salga lastimado. Nos detenemos acá para no dar más información. De todos modos, nos encantaría seguir hablando, porque con el transcurrir de los episodios (especialmente de la última temporada) el vínculo entre ellos adquiere matices realmente tristes, devastadores, principalmente porque en ningún momento dejan de apreciarse. En algún futuro, cuando haya pasado algún tiempo de esta serie y podamos hablar de ella libremente, seguramente veremos estas cosas con mayor detenimiento.

  • Obi Wan Kenobi – Darth Vader

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¿Qué sería Star Wars sin la relación entre Obi Wan y Darth Vader? ¿Qué sería de una historia sobre “un tipo bueno que se pasa al lado oscuro” si no se enfrentara a un amigo convertido en enemigo? Esa genialidad de Breaking Bad podemos encontrarla en esta película de Lucas. Resulta extraño notar que los pocos minutos de esta relación planteados en la primera película (Episodio IV: Una Nueva Esperanza) son más intensos y recordables que las tres últimas películas, dedicadas en gran parte a tratar la amistad de Obi Wan y Anakin. Tal vez no resulta extraño, porque todo de esta relación está mejor planteado en la primera película: el guión; la dirección; el enfrentamiento entre los dos enemigos; el gran trabajo de Sir Alec Guinness, que habla del padre de Luke y de Vader con un dejo de decepción y tristeza (sí, técnicamente Guinness no sabía que eran la misma persona, pero no influye en la continuidad del argumento). La historia de estos dos amigos es, podemos decir, la más gráfica de todas: la “fuerza” tiene un lado bueno y un lado oscuro, Anakin Skywalker fue seducido por el lado oscuro, perdió gran parte de su integridad (física, sentimental y ética) y traicionó, entre otras tantas cosas, la confianza de su amigo Obi Wan. Éste no puede no sentirse culpable por el equivocado camino que tomó su viejo amigo y aprendiz. Sólo al ver “una nueva esperanza” en Luke, puede redimirse y dejarse morir. Este enfrentamiento entre dos excompañeros y la representación de la corrupción como Darth Vader, debe ser de lo mejor de la obra imaginada por George Lucas.

  • Tod – Copper

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¿Se acuerdan de “El Zorro y el Sabueso”? Gran película de Disney, bastante subvalorada en nuestra humilde opinión. La historia puede dividirse en dos: la primera parte relata la relación de dos cachorros, un zorro y un sabueso, cuyos dueños son dos vecinos que no se llevan bien; la segunda parte transcurre tiempo después, cuando ambos cachorros alcanzan la adultez y, por cuestiones de la vida (¡uno es un zorro y el otro un sabueso!), se convierten en enemigos. Resulta muy interesante ver primero el juego de dos cachorros, que se vuelven amigos porque realmente se llevan bien, se ayudan y se entienden, para luego dar paso a una relación “adulta”, con obligaciones, expectativas y responsabilidades que llevan al odio, al temor y al resentimiento. Un niño o niña, que ha visto jugar y divertirse a estos dos amigos, puede preguntarse con mucha seriedad: ¿por qué se pelean estos personajes? Ahí radica la genialidad de Disney con esta película, porque no plantea el redundante argumento del bueno que lucha contra el malo porque uno es bueno y el otro es malo. Es realmente muy significativo que esta sea una historia hecha por la compañía fundada por Walt Disney, es decir, esencialmente para chicos, ya que intenta mostrar cómo las “obligaciones” que uno va adquiriendo con el transcurrir del tiempo pueden llegar a obnubilar los sentimientos de cariño y aprecio que existieron alguna vez, en la infancia, cuando todo era diferente. ¿Más simple? En lo que a relaciones se refiere, seguramente que sí.

Por último, podemos mencionar que nunca en esta película se plantea la relación “amigo-enemigo” en términos de “bueno-malo”. Eso es algo muy interesante no sólo para los parámetros de Disney ya que, si nos ponemos a pensar, la gran mayoría de las películas presentadas en este posteo utilizan dicha división.

  • Xavier – Magneto

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La pareja más emblemática de amigos-enemigos del universo del comic. La historia de Charles Xavier y Magneto es compleja y apasionante: son dos amigos que poseen una particularidad, lo que los une y los lleva a trabajar juntos. Sin embargo, es esa misma particularidad y las decisiones que toman a partir de ella lo que los diferencia, al punto de volverlos antagonistas. Estos dos hombres no se odian, de hecho se respetan y hasta admiran, pero defienden concepciones opuestas, lo que los conduce a un enfrentamiento indeclinable. Con el transcurso del tiempo, las acciones de cada uno irán perjudicando al otro (a veces queriendo, a veces sin querer), lo que fortalecerá su enemistad. Es interesante preguntarse, teniendo en cuenta a Magneto, ¿qué es lo que hace a un “villano”? Ciertamente es enemigo de los no-mutantes (esto es, de todos nosotros), pero tratar de ver las cosas desde los diferentes puntos de vista de estos dos personajes nos pone en la disyuntiva: ¿cómo defendería mis convicciones si las veo amenazadas? ¿Sería más como Xavier o más como Magneto? Eso da para otro posteo, lo que queremos ahora es mostrar que la enemistad y el enfrentamiento pueden estar relacionadas a cuestiones de convicción y principios, más allá de los viscerales sentimientos que puedan sentir los personajes.

  • Faraón – Moisés

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Polémica. Esta elección puede suscitar preguntas como: ¿era realmente una relación de amistad, Chambon? ¿Qué parámetros podemos utilizar para definir “de amistad” una relación de hace más de 5.000 años? Para evitar este tipo de cuestiones, decidimos poner la versión animada, que sin lugar a dudas plantea una relación de amistad “moderna” entre Moisés y Faraón (Ramsés). ¡Y vaya que esa relación está presente! Hubiera sido muy fácil poner al faraón como el clásico villano de la película para ganar rápidamente la antipatía del espectador. Pero eso no es lo que ocurre en absoluto. Los realizadores se enfocaron en mostrar los sentimientos encontrados entre los dos protagonistas. No sólo eso, también los autores muestran con mucha destreza las consecuencias que tiene la defensa de las propias convicciones en la relación con los demás: Moisés quiere y respeta a Ramsés, quiere convencerlo, pero no puede darle la espalda a Dios, que le ha encomendado liberar a su pueblo. Ramsés también quiere y respeta a Moisés, pero se siente traicionado por él. Tal vez sea esto también el motivo de la obstinación del faraón; por eso le cuesta más ver lo que su “hermano” le plantea. Además, la elección de Moisés de volver con su pueblo y luchar junto a él debe haber sido duro para Ramsés; también para el propio Moisés debe haber sido difícil dar la espalda a su familia adoptiva encarnada en la figura de su amigo y compañero, ahora faraón. Recordamos que estamos hablando de la película. Nos parece importante traer a estos amigos al posteo ya que la liberación y el éxodo adquieren mayores condimentos cuando conocemos el trasfondo de la amistad quebrada entre Ramsés y Moisés. Todo esto se resume a una de las fuertes escenas finales en la que Ramsés, ya derrotado y rodeado por las aguas del Mar Rojo, grita el nombre de su amigo. Moisés se despide de él, le da la espalda y continúa el camino que le han marcado.

  • Robert Angier – Alfred Borden

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En realidad no eran lo que se dice “amigos”, pero sí tenían una relación cordial, eran ambos talentosos y cada uno respetaba el trabajo del otro. Ambos eran dos jóvenes magos con futuro: Angier (Jackman) pertenecía a la aristocracia y Boden (Bale) a la clase trabajadora. Lo que desencadena el odio entre estos dos compañeros es el fallecimiento de la esposa de Angier en plena función. Él le echa la culpa a Borden de no haber realizado bien el procedimiento que hubiera permitido salvar a su mujer. A partir de ese momento, comenzará un enfrentamiento brutal entre los dos, en el que cada uno intentará demostrar ser el mejor mago, a veces legítimamente, a veces deslealmente. Llegan a obsesionarse el uno con el otro, terminan sentenciados, abandonados, magullados, etc. Lo que podrían haber hecho trabajando juntos lo echaron a perder por ese accidente que redefinió sus vidas. Es una triste e interesante al mismo tiempo ver cómo estos dos inteligentes magos, que hasta hace tiempo eran colaboradores, dedican su disciplina y su ingenio para tratar de destruirse. ¿Sería lo mismo si fueran tan sólo dos contrincantes sin ningún tipo de relación previa? Nosotros creemos que no.

  • Gandalf – Saruman

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La idea principal de la historia de Tolkien es sencilla: el poder corrompe. La idea que la sigue a esa primera es: no te confíes, porque el comienzo del fin puede empezar en algo tan pequeño e insignificante como un anillo. El autor inglés fue lo bastante inteligente como para poner en esta obra un personaje bueno y sumamente inteligente que ha sido corrompido por el mal. Sauron, el principal antagonista, es una encarnación del mal, siempre lo ha sido y siempre lo será; sus secuaces y ejércitos, también. Pero que el gran mago blanco, sabio, prudente y consejero, se convierta en el enemigo de la misión para destruir el anillo es algo realmente impactante e ingenioso. Le da otra dimensión a la obra. Nos muestra, cual historia bíblica (Tolkien era católico practicante), que los simples de espíritu (Sam, por ejemplo) son más fuertes, al distanciarse del mal y no buscar poder. Los realmente sabios son los que más fácilmente equivocan el camino. Esta genial ironía que tantas historias contiene se hace presente en “El Señor de los Anillos” a través de Saruman. En esta oportunidad, a Ian McKellen le tocó ser el amigo que recibe los golpes de su intransigente compañero. Realmente puede notarse una relación de amistad y mutuo respeto entre los dos magos inventados por Tolkien, lo que hace mucho más doloroso ver cómo se sacan sangre en el enfrentamiento de “La Comunidad del Anillo”. La música de esa escena le da una correcta sensación épica: no todos los días se ve a dos amigos pelearse a muerte. Cuando eso sucede, tenemos la representación del mal contra el bien por excelencia: una lucha que no tiene ningún límite y que no respeta ni siquiera los lazos de amistad.

  • Tony Stark – Obadiah Stane

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¡El Dude no puede ser malo! Bueno, en esta película sí lo es. En realidad, ya desde el primer momento de la película ha dejado de ser su amigo, porque lo manda al muere (ah, spoiler). ¿Cuándo dejó de ser el amigo de Tony? No lo sabemos. Hubiera sido interesante ver, como en el resto de las películas que proponemos en el posteo, una relación de sincera amistad que cambia de naturaleza debido a acciones de los personajes. Esto habría sido posible en esta película, más que nada porque Tony Stark se vuelve un verdadero dolor de cabeza para Obadiah después de su experiencia en el desierto. Pero el que lo había mandado a matar en el desierto había sido el mismísimo Obadiah, lo que demuestra que ya mucho no lo soportaba. De todos modos, las actuaciones de Jeff Bridges y Robert Downey Jr. logran otorgarle matices de confianza y traición a esta relación ya destruida desde el comienzo de la película.

  • 007 – 006

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Spoiler (?) James Bond tiene películas memorables, del montón y verdaderas bazofias. «Goldeneye» fue un verdadero acierto por muchos motivos: cambio de actor, cambio de estilo, cambio de enemigo (ya bien entrada la década de 1990 la referencia a la U.R.S.S. había perdido su capacidad intimidante). Al comenzar la película, notamos la primera novedad: Bond no trabaja solo, sino que está acompañado de Alec Trevelyan, el agente 006, compañero que aprecia y estima y que «muere» frente a él (y frente a nosotros), lo que muestra a un Bond en apuros e impotente (hablamos en términos de opciones, claro está). El descubrimiento (tanto suyo como nuestro) de que ese amigo lo engañó y lo traicionó es algo mucho más interesante que el plan para «conquistar el mundo» o asesinar a Su Majestad que pudiera tener el malo de turno.

Sabemos que este tal vez sea un ejemplo parecido al anterior, ya que Alec Trevelyan desde un primer momento estaba dispuesto a traicionar al MI6. Lo que más nos interesa destacar con estos dos es que, esta vez, James Bond no deberá detener solamente a psicópatas con adminículos extraños, científicos con nombres graciosos y agentes de la KGB (bueno, o los ex KGB), sino que deberá luchar con alguien que había sido su compañero y amigo y a quien Bond creía muerto trágicamente. Había enfrentado (y enfrentaría en el futuro) hasta a mujeres que al principio serían «amigables» con él para terminar mostrando sus verdaderas intenciones, pero enfrentar a un amigo, como hemos podido ver en este posteo, es algo diferente y los que hicieron «Goldeneye» lo entendieron bien. Cuánto más interesante es la lucha final entre 006 y 007, teniendo en cuenta la relación que los unía al comenzar la película. Muy buena idea para el gran retorno de James Bond a la pantalla grande.

  • Macbeth – Banquo

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¿Cuánto tiene Breaking Bad de Macbeth? Mucho. Los dos son self-made men en el sentido más absoluto y descarnado: ambos construyen un frágil pero poderoso “imperio”, espoleados por acontecimientos más allá de su control (una enfermedad terminal, la profecía de unas hechiceras); ambos ven evaporarse su poder, hasta el punto de perder mucho más de lo que habían apostado, quedando condenados a un final sin sentido (“…es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia que nada significa”). Una de las tantas traiciones que Macbeth realiza es la de acusar y asesinar a su amigo Banquo. El nuevo rey se obsesiona con su viejo amigo, no sólo porque lo considera una amenaza, sino porque también las hechiceras le han prometido cosas que perjudicarían a Macbeth de concretarse, cosas que, sin embargo, Banquo no parece tomar en serio. Macbeth termina convirtiendo a todos sus amigos en enemigos, pero queríamos rescatar la relación que tiene con este personaje en particular, ya que Shakespeare también se enfoca en ella al principio de la obra y muestra a cada uno como el opuesto al otro: Macbeth es tentado para hacer el mal, el augurio desencadena las ambiciones que ya poseía; Banquo toma con tranquilidad y hasta con gracia la profesía, sabiendo que “El mal a veces nos dice verdades para perdernos” (¡una de las mejores líneas de la historia!). Macbeth no se enfrentaría con su amigo, sino con su fantasma; después de haber sido asesinado por órdenes del nuevo rey, el espectro ensangrentado se aparece en el banquete para culpar silenciosamente a Macbeth por sus crímenes. Como dijimos al principio: Macbeth hace todo solo, por eso la sospecha, el miedo y la destrucción de su amigo es algo enteramente fabricado por él y su situación de usurpador. Aquí elegimos la emblemática interpretación de Macbeth que realizó para la pantalla grande Orson Welles, con Edgar Barrera como Banquo. Amistad, envidia, traición, engaño, venganza, remordimiento; Shakespeare no podía quedar afuera de este posteo.

  • Batman – Harvey Dent

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La amistad entre el Caballero de la Noche y el fiscal de Ciudad Gótica es una de las relaciones más interesantes del universo creado por Bob Kane. Cierto es que en la película de Christopher Nolan, de la cual utilizamos la foto, se los veía más como dos justicieros que luchaban mancomunadamente para llevar a algunos criminales tras las rejas que como amigos íntimos. Sin embargo, en otras adaptaciones de Batman, el hombre murciélago y el perturbado fiscal habían compartido una cordial relación antes del desafortunado incidente del ácido, algo que atizaba la culpa que Bruce Wayne sentía al ver a un buen hombre convertido en un enemigo acérrimo. En la serie animada, utilizan este sentimiento expresado por Batman en un sueño en el que vinculan la imposibilidad de socorrer a Harvey con la de no haber podido ayudar a sus asesinados padres. Sabemos que todos los traumas de Bruce radican en el acontecimiento que lo dejó huérfano, pero la vinculación de esos dos momentos fue algo realmente angustiante y brillante al mismo tiempo. La historia se repetía: Bruce Wayne no había podido salvar a sus padres; Batman, su invento para luchar contra el crimen, no pudo ayudar a un amigo cuando lo necesitaba. Ese amigo tendría que cargar por siempre con la marca de esa falencia, algo que, por otro lado, ayudó a liberar a su otro yo. Realmente muy interesante la relación entre Batman y Dos Caras. También en “El Caballero de la Noche” podemos ver algo de eso: hay una lucha encarnizada entre Batman y el Guasón por Harvey Dent; por su voluntad, dignidad e integridad. Esta cuestión fue opacada por otros temas más importantes –y más promocionados- de la película, pero lo mencionado no deja de ser un aspecto fundamental para comprender por qué “El Caballero de la Noche” fue una película de superhéroes distinta a las que hemos visto y vemos.

Eso es todo, queridos chambónicos. Esperamos que hayan disfrutado este simpático posteo. Para los que no, sepan que han pasado de tener un amigo a tener un enemigo, así que “lo mejor va a ser que se manejen con cuidado”. Más allá de las bromas, pudimos apreciar, con los ejemplos citados, la dimensión que le da a las historias estas relaciones de camaradería, empatía y amistad convertidas en desengaño, odio y traición. Realmente un recurso sumamente atractivo para contar una historia memorable que pueda dejarnos pasmados y amargados al mismo tiempo.

Nick Chambon  

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